domingo, 1 de febrero de 2009

Un motivo

Hoy recogí de la noche tu forma
saque del viento, abriendo las nubes,
el anillo de la luna sangrienta,
donde en el final de mis ojos
como temblor latido, estabas,
entre los que sueñan, y los que
ya no sueñan, no busques, no,
ni guardes ni esperes mi sueño,
quémalo en tu aliento,
a veces soy tuyo, otras de nadie,
a veces me suelto o me encierro
un minuto en tu distancia,
como respirando tus secretos
en el vacío de una brújula,
con más de una mirada
con más de una ternura
apenas digo tu nombre,
y tu forma tiene un olor desnudo
una armadura azul y transparente,
en esta noche inconclusa
donde me siento y te dibujo,
exploro espejos, miradas abismos,
un pájaro de tinta, donde busco
un retrato de palabras,
tus ojos, no he visto nada
tan profundo, como tus ojos,
circulo secreto de aire
sorprendido en el cielo,
parpados del bosque
que despiertan el polen,
pero no guardes no esperes
no busques, nada de mi sueño,
todos mis vocabularios
son prisioneros de tu cuerpo,
y este papel y su equipaje
de poemas sin estaciones,
creció conmigo en las cenizas,
¿Dime quien eres? Hoy aquí,
En cualquier lugar, allí,
mi poesía no es el oficio
de los restos, ni un beso
en los museos, es un motivo
de amor, borrando los silencios.

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