miércoles, 28 de enero de 2009

Secreto Corazón de los naufragios











Secreto Corazón de los naufragios


Era el amanecer de la lluvia
sobre la hueca huella
de la noche, luna de puñal,
donde bebía magia en un vaso
de vino dorado, nocturno,
escudo de uvas umbrías,
tú pasaste mil veces
por mis ojos, por mi vida,
para que yo entrara de pronto,
por la línea de una estrella
devorando el corazón secreto,
muriendo transparente, donde,
desde el beso hasta la sombras
me ofrezco te pierdo, te busco,
me borro me hiberno, y nada,
tengo sueños como vidrios rotos,
de flores muertas, de espejos
en llamas, de tu nombre, y todo,
de hambre en hambre vago
en el rastro de tu boca,
y escribo frases locas
pétalos profundos en el dolor,
mi nombre pasajero abismal
en los fauces de las rejas,
mis manos pesando en cada gota
roció razones del fuego,
donde el mundo vacila lo frágil
de cada instante, la distancia,
dónde, el idioma se curva
y se enrolla como un perro,
¿Qué, me pregunto, de mí
no resulta quebradizo, partido rompible?
¿Hay algún recuerdo, sueño, deseo, temblor ?
entonces, reúno mis últimas fuerzas
y me lanzo adelante,
hacia donde la tormenta se adensa,
con los ojos cerrados, para obtener respuesta.
Adelante espera un sol oscuro
y un niño inmóvil, tendido de espaldas.
¿Mi dialecto, el suyo, podrán encender, resucitar?
/ Frases en una pagina de un libro abierto al azar:
Mercurio, Plata y Cobre. / alba / Otoño / Azul
como en el mundo árabe
el azul es el color del amor perdido,
guardare mientras tanto, algo,
para respirar de ti, nuevas palabras,
como si tu boca me insistiera
para que despierte, aunque el tiempo
un espacio tallado, cosido,
enhebrado lagrima a lágrima
de cara a esa pared, y después,
y antes, para siempre, alguien
apenas respira, apenas sueña,
sin ella.



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